domingo, 8 de enero de 2012

PRISIÓN

PRISIÓN

Mi esperanza, mi ilusión duerme lejana de mi seno. Duerme lejos de mí, de mi calor en una prisión alicatada de azulejos de hielo que le roban la vida, el alma. Azulejos color nácar que absorben las energías y las ganas de vivir, desgastándola y desganándola transformándola en la sombra de su alegría. Adormeciendo su  carcajada hasta apagarla, retorcerla y volverla llanto.

Allí donde mis alas llegan está la aquella maldita prisión. Prisión que romperé, el martillo será mi corazón y le escudo mi alma… Recuperaré mi esperanza y mi ilusión. Las despertaré de aquél ataúd cristales en la que yace quejumbrosa de dolor.

Romperé en mil pedazos que chisporrotearán volviéndose estrellas que alumbrarán las sonrisas de mi Ilusión, de mi Esperanza, y esos pedacitos serán la corona de mi triunfo. Cuando Yo, mi Esperanza y mi Ilusión seamos uno. Mi triunfo serás tú 

domingo, 25 de diciembre de 2011

ERRORES

ERRORES

Hay veces que todo va mal. Vayas donde vayas te sientes agobiado, miras para todas partes y no encuentras ninguna salida. No existe solución razonable para ese enjambre de hilos negros que amenaza con engullirte dentro de él, pero todo empeora. Sí, empeora. ¿Cómo puede empeorar la situación si lo peor que puede pasarte es desaparecer y es eso lo que deseas? Empeora del todo cuando te das cuenta de que lo que te persigue salpicará a más gente. Entonces sí que deseas quitarte del medio, dejas de intentar huir… Si lo alargas será peor.

Esperando a que todas las sombras que te acosan lleguen a ti. Lo deseas. Pero deseas más que el cielo se caiga o la tierra se abra y quedes aplastado o tragado por una grieta de la cuál jamás podrás salir. Al acercarse tus miedos, tus acosadores, tus perseguidores sientes que se te encoge el pecho y a la vez como si algo dentro de él quisiera hacértelo estallar. No cabes en ti. Todo acabará rápido, pero no estás triste. No sabes cómo llegaste hasta ese punto. Nada debería haber acabado así, tú quieres ser feliz. Está encima de ti, te va a tragar como si fueras un postre, estás resignado, pides no sufrir mucho y… Y de repente todo cambia de color. Algo te sucede que te libera, un golpe de fortuna que aplaca a ese amasijo de maldades. Un perdón que te libera de su persecución. Un corazón que actúa como escudo contra lo enormes dientes del monstruo o una persona que te guía por una camino de salida seguro.

Todo ha cambiado. Todo está mejor… Bueno, podría ser perfecto. Pero has estado a punto de rendirte, de cometer el peor error de tu vida. No todo está como debería, aunque las sombras se fueron descolocaron todo a su paso, pero no importa, te queda lo más importante. Quedas tú, queda tu esperanza. Te arrepientes de haberte rendido y opinas que debiste ser más fuerte. Tu alma se enriquece y piensas “La próxima vez correré más”. De pronto te has dado cuenta de que te han devuelto las ganas de vivir.


¿Nunca os ha pasado? ¿Nunca os habéis alegrado de no haber dado aquel mal paso y rendiros un poquito antes? ¿Nunca habéis dado gracias de haber aguantado el tiempo justo para que os salvasen?







Eric T. Kalunga López

martes, 29 de noviembre de 2011

Odio*

Odio*

Me volvió ríos de veneno y pus. Ríos sinuosos y largo que regaban los valles que samurgaban  los chillidos quebrantados de dioses desconocido y olvidados. Frío paisaje donde el reflejo de mi recuerdo se funde en él para dejar de existir en uno solo, dejar de uno solo para ser guiado por la voz de un demonio que controla la marioneta de mi carne. Aquel demonio que habita en mis ojos relampagueantes, tiradores de una mirada que prende en cólera cualquier objetivo. Llamas  negras de luz purpura devoran las superficies de colinas donde brotaban pequeños lirios de esperanza, ahora sólo son cenizas. Acabaron con las flores, volvieron estéril la tierra, acabaran conmigo.


Siento odio hacía la imagen de mi reflejo y amo al Odio que me invade al verme. Los corazones no son rojos, ni son rosas, ni siquiera son grises. Los corazones son morados y azules. ¿Por qué odio lo que soy?... Odio mi imagen. Ella no existe, soy mentira, soy un reflejo. Veo una muralla de ficción que sostiene un vacio, un vacio que se expande resquebrajando todo lo que es a su paso. Por eso me odio. Me odio por ser mentira, me odio por ver que parezco ser y no soy. No soy rojo, ni rosa, ni siquiera soy gris…

Eric T. Kalunga López



viernes, 28 de octubre de 2011

Mientras Tanto…

Mientras Tanto…


Me susurras al oído y te escabulles
Entre carcajadas de cristal
Y al irte me pregunto donde estarás
Te necesito y a la vez me destruyes

Tú vuelves los crímenes poesía.
Tú vuelves la sangre tinta.
Tú vuelves los gritos en melodía.
Tú vuelves a la ira en el arte de quien te pinta

Rosa de un solo pétalo
Y millón de espinas
Tan fugaz como un relámpago
Y aún así te busco por las esquinas

En mis venas eres maldición y veneno.
En mis lágrimas eres cálida y esperanza.
En mi vida eres mi camino un sendo terreno.
En mi arco la única saeta que me alcanza 

¿Me volverás a cantar al oído?
Volveré a tararear tu canción…
Repetiré exactamente tus sonidos
Mientras tanto aquí te espero, Inspiración 


Eric T. Kalunga López 

Tormentas De Oscuridad

Tormentas De Oscuridad

¿Dónde encuentro la luz?... Me canso de buscar, estrellas en el fondo del mar. Si es que estoy perdiendo toda mi esencia y para ser sincero, no es que haya luz o esperanzas. Haberlas las hay, pero, no las veo… Mi mundo se apagó. No hay mañana para mí, creo que tampoco lo necesito. Lo que quiero es el presente que soñé, siendo yo. Ser el titán que siento ser y hacer temblar el mundo pero a estas alturas, he descubierto que soy el único diamante que se raya. Soy como un trueno, Hago bastante ruido pero al final no hago nada. 



Me siento, como un dibujo hecho a lápiz, que se difumina con un dedo… Y soy yo el que se difumina a sí mismo. ¿Qué es lo peor de todo esto?... El ver cómo te destruyes a ti mismo, como con un bisturí de palabras deshago mi ser, mis ideas y apago mi mundo con gélidas bocanadas de insensibilidad, egoísmo y prepotencia que congelan hasta la última gota de vida que rezuma de mi cuerpo y enfría mi sangre hasta volverme hostil y eficaz en hacer daño al mundo que me rodea y no por que quiera hacerle sentir dolor. Me sorprendo a mi mismo al ver, que simplemente que ya no me importa éste mundo, que ya no me siento uno con él, que ahora la espiral no gira en mi dirección y que al que quieren herir es a mí.

¿Y qué hacer cuando tu esencia se está deshaciendo cómo un iceberg se derrite entre las corrientes del mar echándose a perder pasa siempre?... Al sentirme alejado de mi humanidad, al volverme oscuro, malo, frío y calculador he visto que me resulta placentero. Ésta bien ser el malo de la película, el que no sufre y hace sufrir… O no. En realidad, el hacer sufrir, el ser malo no trae nada bueno, puede resultar placentero pero, el odio que se desarrolla hacia ti no lo es. Ver el gris de las vidas que provocas te hace pensar y te dices a ti mismo: ¿Qué estás haciendo?

Si hoy soy como un trueno, mañana seré tormenta, seré huracán. Seré una explosión de sentimientos y pasión que apagará todas las luces de esperanzas que tengáis para que mis relámpagos y centellas iluminen todas la expectativas sobre mis alcances y después irme y dejaros temblando ante mi calma e impresionaros al ver que he podido ser pura potencia, pura energía que, fui lo que volatilizó toda vuestra fe para regenerarla con más fuerza y que al acabar todo eso… Os sonreiré burlonamente mientras os miro con el brillo de una cálida mirada





Eric T. Kalunga López

domingo, 21 de agosto de 2011

Mariposas Y Burbujas


Mariposas Y Burbujas

Te veo, eres luz, eres magia. Te busco, te anhelo y te deseo. Eres esa burbuja que siempre se escapa y no llego a estallar. De todas maneras jamás podría estallarte, la luz que desprendes es demasiado perfecta como para derrocharla en una enajenación de sentimientos. Siento que jamás podré alcanzarte, siempre estarás sentada mirando a que te pueda agarrar con mis propias manos.Sin embargo a éste paso, ese día, nunca va a llegar.



Quiero saber lo que sientes, siento curiosidad por saber como se siente una mariposa escurridiza, o esa hoja de hierba que se escurre entre los dedos. Imagino que debe ser como Campanilla para el capitán Garfio. Siempre te escabulles de mí, impune de mis peticiones y deseos. Recorriendo los pasillos de mi alma entre pequeñas carcajadas, que quedan eclipsadas por la luz que desprenden tus ojos al reírte de mí,de mi impotencia al verme desfallecer delante de ti, a escasos centímetros de ti.


Pero aunque te alejes, aunque te vallas lejos de mí, de cualquier situación desconocida para mí, te buscaré. Te buscaré más allá de cualquier frontera o distancia, siempre con la misma pregunta... ¿Dónde te escondes, Felicidad?



Eric T. Kalunga López

martes, 9 de agosto de 2011

Cartas De Dudas...

¿Y todavía dudas de mí?

¿Por qué no crees en mí todavía? ¿Es que no he demostrado ya que tengo potencial para aburrir?.... Creo que he superado cualquier expectativa que haya habido hacía mi persona no sólo eso, sino que he mejorado las expectativas de los inmediatamente superiores a mí, las de mis compañeros, amigos y maestros. Sigo a tu lado, aquí, más a las duras que para tus maduras, pero no sueles creer en mi palabra, desconfías de mi fe y no me ves capaz de cumplir mis intenciones. Sabes de sobra que he ganado peores batallas que ésta, que la de conquistar mi propio futuro.

Juntos hemos superado abandonos, dificultades, dudas, compromisos, odios y sin fin de contra tiempos para tener un felicidad plena en nuestras vidas, aún con todas estas trabas en nuestras vidas, puedo creer que somos o por lo menos soy feliz. Hemos sido fuerte juntos ¿Por qué no iba a serlo ahora?

Después de que vieras que he conseguido todo lo que he querido y estoy orgullos de mi vida, tú, que has estado día a día, tú que has podido ver como he sorprendido al mundo después de poder superar obstáculos, prejuicios y abusos que han ido frenando la trayectoria de mi vida, tú has que has sido mi mejor testigo. ¿Cómo puedes ser mi mayor muralla?

Son tus dudas las que me resquebrajan, tu desconfianza es la que hace nacer mis debilidades y esas palabras que me desmerecen y me dejan en la segunda fila son las que me rompen las fuerzas por completo. Pero no he conocido obstáculo que pueda pararme. Siempre lo dije a mi no se me para no con fuego y tú, no serás una excepción podré con todo, contigo o sin ti y volveré a demostrar lo que valgo y a dejar al mundo en silencio. No me importa el esfuerzo…

Después de todo esto, sólo tengo una pregunta para ti, la persona que si no existiera mi vida no sería mi vida ... ¿Seguirás dudando de mí?  

Eric T. Kalunga López