Sonrisas De Niños
La sociedad que nos rodea simplemente está podrida tanto que ni siquiera se molestan en asconder, maquillar o alejar la escoria para que no nos llegue el mal olor ¿para qué? Si nosotros y los de nuestro lado están casi tan corrompidos como ellos. Que lance la primera piedra el que no haya pecado pues. Con solo encender la tele, me asquea ver programas repetitivos de prensa rosa, me indigna ver películas que disfrazan a más no poder la realidad y me apena ver noticias, cómo que un propietario ha tenido que suicidarse por el constate acoso de los vecinos y sus denuncias sin bases pero igualmente válidas.
En fin este mundo, se pudre cada vez más, a lo mejor los religiosos tiene razón y el fin esta cerca, puede que no, puede que el ser humano sea el parásito mejor creado y más perfecto que haya existido nunca, capaz de dañar todo a su alrededor, hasta su propia especia y a sí mismo como individuo.
Pero hay veces en que mi hedonismo me hace ver que quedan atisbos de luz entres las tinieblas de este pordiosero mundo, no lo comparo con un infierno porque hasta ese está currado y está hecho para algo, no como este. Hay veces que digo “todavía hay cosas por hacer, cosas por las que vivir”. El ver la sonrisa de un niño, la mirada de una madre con su bebé sobre su brazos, mi autosuperación o el superviviente de una catástrofe, cosas como esas me dan una sensación que es una mezcla entre esperanza y responsabilidad, la responsabilidad de tener esperanzas. Buenos motivos por aprender a valorar el mundo, o por lo menos, lo bueno que hay en él, que mucho no es, por eso debemos aferrarnos a ello y hacerlo más grande, que no sonría un niño que sonrían mil y después un millón más
Eric T. Kalunga López