Placeres Secretos

El sentimiento de autosuperación es algo maravilloso, inherente al ser humano y a sus grandes logros. Es algo que te lleva hacer logros personales. Porque pienso que en realidad no hay barreras más difíciles que superar que la que se impone alguien a sí mismo y pienso además, que hay pocas cosas más satisfactorias en esta vida que superar una de estos límites. Simplemente el lograrlo aunque sea por lo mínimo es digno de admiración y alimenta las ganas de continuar de superarnos a nosotros mismo.
Muchos me entenderán, sobre todo en estas fechas con la entrega de notas, nos hemos esforzado mucho para sacar buenas calificaciones. ¿Y qué ha ocurrido al ver el boletín? ... Una sonrisa ha atravesado al ver nuestras espléndidas notas. El esforzarnos, en alguna actividad, y ver poco a poco nuestro progreso. Ver que hemos bajado una décima o que hemos conseguido aguantar un minuto más, un metro más. El lograr un objetivo personal, grande o pequeño, da igual, leer un libro que siempre quisiste acabar, hablar con esa persona que tanto quieres y te roba las palabras En esos momentos te miras y piensas: Todo esto, ha merecido la pena, el esfuerzo, el agotamiento, el pensar que podré y dar todo de mi mismo/a.
Y es que es muy simple, sino no tenemos como objetivo la autosuperación con unos objetivos mínimos en la vida, jamás seremos nada en la vida y mucho menos mejoraremos en nada de lo que hagamos.
“Para mí, uno de los placeres secretos de la vida es mejorarme a mí mismo en todo los senderos de la vida, mirar hacia atrás y ver esfuerzo, mirar hacia delante y ver perfección.”
Eric T. Kalunga López
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