miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Destino?


¿Destino?

¿Qué es el destino? ¿está escrito o lo decidimos nosotros?  Para Jorge Manrique, este es el mismo para todos, según su obra más conocida, para muchas de las numerosas religiones del mundo este está en manos de dios, para los griegos y romanos nuestro destino es un simple juego de dioses y nosotros meras fichas, con nombres y apellidos, pero fichas al fin y al cabo. Bueno, creo que jamás sabré la respuesta exacta de esto y si alguien es que lo escribe, lo decide por nosotros y nos haces vivir cosas tan bonitas como horribles no creo que encuentre un porque lo hace. Sinceramente no creo que el destino se escriba o ya esté decidido, pero, sí opina que a veces en bastantes ocasiones estamos condicionados.

Debemos agradecer como somos y quienes somos por haber nacido donde en el lugar en el que estamos, tenemos facilidades y poder adquisitivo que no todos tienen en este planeta, eso es cosa del destino o del azar, en realidad ¿Qué diferencia hay entre una y otra? Eso podría ser una prueba de que nuestros destinos están atados desde un principio gasta a un fin y así entretejiendo la red de nuestras vidas unas con otras, pero no, me niego a pensar que hay un ente un ser que se dedique a decidir por nosotros a algunos hacerles gloriosamente grandes y a otros convertirlos en simple escoria, que nos haga sentir como dioses, como ángeles y que de golpe y porrazo nuestra felicidad sea hecha desaparecer como por arte de magia, como si una nube fuese. Hemos pensado y dicho con voz afirmante que el destino de nuestros días están escritos para culparlo de nuestro fracaso en muchas ocasiones en otra para justificar el espíritu de alguien, pero nada más lejos de la realidad amigas y amigos lectores.

Si hubiese un Dios un padre todo poderoso y creador de la creación no, no sería tan letal, como mucho sería un gran pasota de nosotros, pero no se molestaría en golpearnos y machacarnos como pasa en la realidad, ¿por qué lo haría? El destino, después de nacer, es enteramente nuestro de nadie más somos los escritores de nuestros días, los actores protagonistas de nuestro film y a la vez directores, aunque tengamos una vocación y estemos llamados a ser algo, sólo nosotros decidimos de serlo, que no decidan por nosotros pues nuestro destino, es nuestro escrito o no, y aunque estuviese completamente escrito, contadas hasta la última palabra que salga de nuestra boca y plasmado hasta el más mínimo gesto que hagamos, es para nosotros y por lo menos debemos decidir el guión con el que dirigir nuestra vida, aunque siempre pensaré que soy y somos libres de elegir nuestro destino y lucharé por que el mío sea mejor planteado que la última vez que me lo plantee, pero no sólo eso, también hacer que el vuestro, es de mis amigos mejore junto con él, porque, señoras y señores no os engañéis, el futuro mejora con nuestro esfuerzo, no pensemos que a lo mejor el destino será piadoso con nosotros porque si existe no lo será, mirad la historia, seguro que todos tenemos un amigo, una familia que, el destino le ha gastado una broma muy pesada, incluso no mereciéndola, así que amigas y amigos, que no nos vendan la moto ni nos engañemos, que ni las intenciones, ni los ruegos, ni nada funciona si no movemos nosotros nuestra primera ficha y así, podremos romper los moldes de nuestro “destino” y veréis que un destino hecho por notros mismos para nosotros mismo, es mucho mejor y placentero que el que nos ponga, vendan y por supuesto impongan, y que de una vez por todas, seamos los guionistas de nuestra historia y la dejemos plasmada en la larga vida del mundo.

Eric T. Kalunga López 

No hay comentarios:

Publicar un comentario